Hay una mujer que tiene algo de Dios or la inmensidad de su amor, y mucho de angel por la incansable solicitud de sus cuidados; una mujer que siendo joven tiene la reflexion de una anciana y en la vejez, trabaja con el vigor de la juventud; una mujer que si es ignorante desdubre los secretos de la vida con mas acierto que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños.
Hay una mujer que siendo pobre se satisfece con la felicidad de los que ama y siendo rica, daria con gusto por no sufir en su corazon la herida de la ingratitud; una mujer que mientras vive no la sabemos estimar, porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero despues de muerta, dariamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo solo un instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios.
Hay una mujer...
se llama...M A D R E
No hay comentarios:
Publicar un comentario